CÓMO INVESTIGAR UNA OPINIÓN PÚBLICA

CÓMO INVESTIGAR UNA OPINIÓN PÚBLICA

Aunque los investigadores más apegados al Estudio de la Opinión Pública, fundamentándose en una base empírica (básicamente a través de las encuestas) tienden a considerar que esta se reduce a la suma de opiniones individuales en un momento concreto, esto constituye un reduccionismo que elude observar el fenómeno de opinión pública como un proceso complejo en el que coadyuvan múltiples condicionantes.


        Un proceso porque la opinión pública no es, como quizás pudiera considerarse, un fenómeno que, en un momento determinado, hace su aparición fulgurante y posteriormente desaparece (la principal representación de esta visión de las cosas podría encontrarse en el voto); o, en cualquier caso, esta aparición es resultado de un proceso más amplio. Según un modelo más bien primitivo, pero que puede resultar válido como punto de partida, la opinión pública emerge como resultado de un proceso en cuatro etapas:

La Opinión Pública pudiera entenderse como un proceso, añadiéndole una quinta fase: 

1) algún tema o problema comienza por ser definido por ciertos individuos o grupos interesados, como un problema que exige solución. El problema puede haberse desarrollado como resultado de fuerzas inesperadas o imprevistas, o bien derivar de alguna actividad voluntaria. En cualquier caso, la esencia de esta primera etapa es un intento de definir la cuestión en términos tales que permitan la discusión por parte de individuos y grupos. 

2) Vienen entonces las consideraciones preliminares y exploratorias. ¿Cuál es la importancia del problema? ¿Es éste el momento de encararlo? ¿Es posible darle solución? (...) 

3) De esta etapa preliminar pasamos a otra en la cual se adelantan soluciones o planes posibles. Apoyos y protestas están a la orden del día, y se produce a menudo una acentuación de las emociones. Puede aparecer, en considerables proporciones, la conducta de masas, y frecuentemente los aspectos racionales del problema se pierden en un diluvio de estereotipos, slogans e incitaciones emocionales. Esta etapa es importante porque en ella la cuestión se bosqueja con caracteres muy marcados y al tomar decisiones los hombres están controlados no sólo con valores racionales, sino también por valores emocionales. En otras palabras, en la formación de la opinión, en las sociedades democráticas, intervienen a la vez consideraciones racionales e irracionales. 

4) De las conversaciones, discursos, debates y escritos, los individuos alcanzan cierto grado de consenso. El consenso se registra mediante votaciones no oficiales o encuestas de opinión, mediante memoriales y peticiones al poder legislativo o ejecutivo, y, básicamente lo más importante, mediante el voto legal en pro o en contra. El consenso no significa un completo acuerdo entre todos. Las democracias operan principalmente a través del voto mayoritario; por tanto, después de las elecciones y demás formas legales de manifestación o registro de las opiniones o deseos de los ciudadanos, las medidas y candidatos que obtengan el voto de la mayoría son considerados fuentes de autoridad durante el tiempo que corresponda El empleo de la opinión pública como un aspecto del gobierno democrático tiene una historia que se remonta a los griegos. Los supuestos principales, ahora como entonces, son:

1) la comunidad y los controles políticos descansan en un cuerpo compuesto por los ciudadanos adultos y responsables de la comunidad; 

2) estos adultos tienen el derecho y el deber de discutir los problemas públicos con la vista puesta en el bienestar de la comunidad; 

3) de esta discusión puede resultar cierto grado de acuerdo; 

4) el consenso será la base de la acción pública. (1999: 13)

 5) La puesta en práctica de la ley aprobada, o el empleo del poder por parte de los funcionarios elegidos, cae, estrictamente hablando, fuera del proceso de formación de la opinión. En la realidad, en un sistema representativo, la minoría puede naturalmente seguir presionando para obtener una modificación.

A través de la radio, la prensa, las asambleas y otros instrumentos de discusión pública, individuos o grupos con intereses especiales pueden hacer llegar nuevas sugerencias”. (1999: 15 – 17)

Como indica Cándido Monzón, “El ambiente del Sistema de la Opinión Pública se concreta, principalmente, en los sistemas psicológico, social, ideológico, cultural, comunicacional y político, destacando de cada uno de ellos como partes más estrechamente relacionadas con la opinión pública: las opiniones, actitudes y procesos de percepción y liderazgo (del psicológico); las instituciones, grupos y elites (del social); las ideologías, perspectivas y concepciones de la vida (del ideológico); patrones culturales y clima de opinión (del cultural); emisores, mensajes y medios (del comunicacional); e instituciones, leyes, roles y personajes políticos como representantes del poder”. (1996: 348 – 349)


Este es, a grandes rasgos, el modelo clásico del proceso de la opinión pública. Teorías posteriores harán hincapié en unos u otros condicionantes que puedan alterar, modificar o reformular este proceso, en términos relativos a la mayor importancia de los medios de comunicación, la disolución del debate público en la sociedad de masas, la reducción de la opinión pública a “lo que dicen las encuestas”, etc. En líneas generales, y en cualquier caso, la opinión pública es el resultado de un proceso colectivo, en el que interactúan multitud de actores sociales, con mayor o menor relevancia. Posteriormente ahondaremos en las características de estos actores, pero por el momento nos interesa constatar que este proceso colectivo es el resultado de la cristalización de unas determinadas opiniones individuales que de alguna manera se convierten, mediante un proceso indudablemente complejo, que puede estudiarse desde múltiples perspectivas2 y no puede analizarse completamente desde ninguna disciplina aislada, en la opinión pública. Este proceso se explica de la siguiente forma:

a) Una forma rudimentaria caracterizada por expresiones de opinión individual que de alguna forma son representativas del pensamiento general sobre un asunto;

b) un estadio en el que las opiniones individuales cristalizan en una fuerza colectiva;

c) un tercer estadio en el que, después de la discusión y el debate, se consideran las posiciones definitivas; y después,

d) el estadio final donde hay que pasar a la acción, habitualmente como un miembro de algún grupo, o facción.

Aunque la opinión pública sea el resultado de un proceso colectivo, no puede evaluarse correctamente si no se conoce el proceso según el cual los individuos del público han acabado decidiéndose por una opinión colectiva concreta:

La explicación teórica del proceso discursivo de la opinión debe ir más allá del análisis de la cognición individual y la formación de la opinión por sí solos. Requiere una comprensión del contexto comunicativo en el que se produce la cognición individual, es decir, la estructura de las ideas que se acumulan dentro del "dominio público" y el sistema de relaciones sociales entre los miembros del público comunicante.

Cualquier descripción teórica de la formación de la opinión debe necesariamente explicar los procesos cognitivos porque la opinión sobre cualquier asunto es el producto del pensamiento. Pero las teorías de la opinión pública también deben explicar cómo estos procesos cognitivos están restringidos por (y a su vez contribuyen a) el nivel superior: el proceso de debate y discurso público.

 

Cómo pasar de la suma de opiniones individuales a una opinión colectiva

El proceso del debate público se articula en dos niveles, a partir de los cuales podrá surgir el acuerdo:

La forma en que los miembros individuales de la audiencia masiva se organizan a través del debate sobre un problema, en un público estructurado. Este proceso de organización social se puede resumir en tres grandes fases.

En primer lugar, se revelan los desacuerdos sobre el tema, o al menos se intercambian malentendidos sobre cuál es el tema.

En segundo lugar, los puntos de vista y perspectivas contrastantes y los grupos que los representan cristalizan con el tiempo a través del debate y la discusión en curso.

Finalmente, se produce una negociación entre las partes, involucrando apelaciones persuasivas, concesiones o conversiones, hasta que algún curso aceptable de la acción está determinada.

 El modelo de Karl Deutsch, en este sentido, define el proceso de la opinión como un modelo en cascada, una serie de procesos descendentes que culminan con la llegada de la opinión al “gran público”, que por tanto poco puede hacer frente al proceso de formación de la opinión desde los niveles superiores. En cierto sentido, la opinión pública es una opinión impuesta, pero no por el público, sino al público. Un modelo más amplio lo constituye el establecido por Crespi, quien ve el proceso de opinión como resultado de una compleja interactuación entre múltiples actores sociales, interactuación que da como resultado la aparición de la opinión pública:

La opinión pública aparece, se expresa y desaparece como parte de un proceso tridimensional (3D), en el que las opiniones individuales se forman y cambian. Estas opiniones individuales surgen y se movilizan en una fuerza expresiva colectiva de juicios colectivos, y esa fuerza se integra en el sistema rector de un pueblo. Asociado a cada dimensión, aparece el correspondiente subproceso:

a) transacciones entre los individuos y sus ambientes,

b) comunicación entre los individuos y las colectividades que les acogen, y

c) la legitimación política de la fuerza colectiva emergente.

Estos tres procesos son aspectos interactivos de un proceso más amplio y continuo cuya importancia ha de ser entendida en la relación entre ellos. Esta conceptualización de la opinión pública como un proceso interactivo multidimensional sirve como un modelo analítico para estudiar la opinión pública


Llegados a este punto, existen tres características de este modelo de opinión pública como proceso que se deben explicitar:

1) Ninguna de las tres dimensiones de la opinión pública es inherentemente anterior a ninguna otra.

2) Las tres dimensiones forman un sistema interactivo que no se caracteriza por un flujo causal unidireccional.

3) Cada dimensión se modela a sí misma en torno a las interacciones relacionadas con la dinámica transaccional, comunicativa y legitimadora de la opinión pública, respectivamente. (2000: 27)

Los modelos que explican la eficacia de la opinión pública son variados, como puede observarse, y casi todos ellos coinciden en indicar que se trata de un proceso colectivo, por más que en este proceso sea importante la manera en cómo se forman las opiniones individuales. De cualquier manera, son tantos los factores que es preciso tener en cuenta, tantos los actores que interactúan, que sigue siendo complicado encontrar un inicio y un final mínimamente definidos del proceso de formación de la opinión. Aunque a continuación se intenta explicar el papel que diversos actores sociales pueden tener en este proceso, lo cierto es que la opinión pública sigue siendo “de todos y de nadie”:

En conclusión, ¿quién forma la opinión que se convierte en pública? Después de haber seguido los mil arroyos del modelo de cascada, de haber evidenciado que existen emergencias desde abajo y recordado que las opiniones provienen también de las identificaciones de grupo, de múltiples grupos de referencia, la respuesta global no puede ser más que ésta: todos y ninguno. Bien entendido, ‘todos’ no son verdaderamente todos: sin embargo, son muchos, y muchos en lugares y modos distintos.

Del mismo modo, ‘ninguno’ no es realmente ninguno, sino, en el conjunto, ninguno en particular o, si se quiere, alguien que es siempre distinto. Incluso si resultara posible asignar a todo aquel que expresa una opinión en particular una específica ‘autoridad’ que lo guía, una sola fuente fidedigna, sigue siendo verdad que el conjunto resulta de un montón de influencias y contra – influencias.

He aquí, pues, una opinión pública que puede denominarse auténtica: auténtica porque es autónoma, y ciertamente autónoma por lo que es suficiente para fundamentar la democracia como gobierno de opinión.

 

Como se Manipula la Opinión Pública en el Siglo XXI [Con Ayuda de Facebook]

En esta nota vamos a tratar de comprender el poder del big data y los análisis psicográficos para manipular a la opinión pública en, por ejemplo, un proceso electoral. Y aquí entra la red social Facebook que es quien tiene en sus manos todo el big data de millones de personas en todo el mundo.

Quizás pienses que esta no es una noticia nueva y tienes razón, pero creo que la gente en general todavía no tiene una idea real de la inmensidad de este problema y además tiende a pensar que los manipulados son los otros, los “descerebrados” como a veces decimos, pero la verdad que en el siglo xxi la sofisticación de la manipulación que nos permite la tecnología se nos puede salir de las manos.

 

Qué es el Big Data

Big Data es un término que describe el gran volumen de datos, tanto estructurados como no estructurados, que inundan los negocios cada día. Pero no es la cantidad de datos lo que es importante. Lo que importa con el Big Data es lo que las organizaciones hacen con los datos. Big Data se puede analizar para obtener ideas que conduzcan a mejores decisiones y movimientos de negocios estratégicos.

Pero claro, el big data combinado con los perfiles psicográficos que permite hacer fácilmente FB también tienen su lado oscuro, puede servir para manipular a la opinión pública usando noticias falsas, enfrentando a los ciudadanos, “martillando” sobre hechos falsos o verdaderos pero sacados de contexto, etc.

 

El papel de Facebook

Y nos vamos a referir concretamente al escándalo de Facebook y Cambridge Analytica. Por si no la conoces Cambridge Analytica es una empresa de marketing basado en datos, hasta aquí ninguna novedad.

Pero el escándalo explotó cuando Christopher Wyle, un ex empleado de la empresa, reveló que Cambridge Analytica explotó los datos de 50 millones de usuarios y los utilizó para manipular la campaña presidencial de Donald Trump.

Pero mientras Facebook suspendió los tratos con la empresa argumentando preocupaciones por presuntas violaciones a sus políticas de privacidad, el parlamento británico citó a Mark Zuckerberg a testificar en la investigación sobre esta violación a la privacidad de sus usuarios.

Es por esto que Plepso Investigaciones considera que cada Estudio de Opinión Pública conlleva una metodología propia de acuerdo al contexto geográfico, temporal e histórico donde se formula y de los actores involucrados en el proceso de formación y metamorfosis que pueda experimentar dicha opinión pública específica.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 Chauvin, S. (2022) Como se Manipula la Opinión Pública en el Siglo XXI [Con Ayuda de Facebook] disponible en: https://www.mujeresdeempresa.com/como-se-manipula-la-opinion-publica-en-el-siglo-xxi/ (consulta: 2022, diciembre 28) 

Nazar Anchorena, B. V. (2012). La opinión pública [en línea], Prudentia Iuris, 73. Disponible en: http://bibliotecadigital.uca.edu.ar/repositorio/revistas/opinion-publica-nazar-anchorena.pdf [Fecha de consulta: 24 de diciembre de 2022]

 

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